Por qué
Parto de la sospecha de que un blog permite algo más cercano al pensamiento en voz alta –y a la posibilidad de debate– que los textos habituales, mucho más "terminados", más cerrados y menos propensos a la discusión –a las ideas– de otros. Y, también, de que éste es el formato posible más afín a una revista cultural donde la música y el pensamiento –y la escritura– alrededor de ella puedan situarse en primer plano.