“Quise cantar las grandes canciones; canciones que siento que realmente tienen que ver con la gente”, decía Tony Bennett en The Good Life, su autobiografía –escrita junto con Will Friedwald– publicada en 1998. Hizo de eso un credo. Frank Sinatra dijo de él que lograba decir con una canción exactamente lo que el compositor hubiera deseado y, tal vez, algo más. Cantó con Rosemary Clooney cuando ella tenía veinte años y con Celine Dion cuando tenía esa misma edad. Murió a los 96 años. Hacía siete que le habían diagnosticado Alzheimer pero hasta hace dos actuó en público. Muchos recuerdan, hoy, sus grabaciones con Bill Evans. Entre ellas me quedo con “Some Other Time, una pieza magistral de Leonard Bernstein a partir de la cual el pianista modeló “Flamenco Sketches” y su notable “Peeace Piece”.
Y siempre pensaré a Tony Bennett en una interpretación que me parece ejemplar, la de “The Shadow of Your Smile”, la canción que Johnny Mandel escribió para el film The Sandpiper y cuya melodía, en la versión original, toca el gran trompetista Jack Sheldon.